Papel del ciudadano en la tecnología jurídica
En primer lugar, debemos tener en cuenta que la “seguridad jurídica” es uno de los derechos que recoge la Constitución Española en su artículo 9.3 y como ya sabemos, el mundo del derecho es esencialmente una rama en la cual desde antaño se ha ido llevando a cabo a través de documentación escrita, y por lo tanto las nuevas tecnologías están influyendo en ella de manera decisoria actualmente. El papel del ciudadano es esencial, como sabemos, la documentación en Derecho está recogida en Boletines Oficiales, revistas jurídicas, repertorios etc. Por tanto, podemos deducir que se basa en la creación, procesamiento y almacenamiento de la información.
A través de internet, en el ámbito jurídico, las nuevas tecnologías también influyen de manera importante, por ejemplo en los nuevos métodos para la obtención de información, que a su vez, y dado el mundo en el que nos encontramos sufren con el paso del tiempo modificaciones importantes que hacen que deba ser actualizado de manera periódica para poder adecuarse a la actualidad.
¿Cuál es la finalidad en los avances tecnológicos?
La principal finalidad en este punto de Internet y las nuevas tecnologías es que la información jurídica sea difundida fácilmente y que sea accesible a cualquier persona ya sea de manera gratuita o con coste, así como la simplificación de trámites y procedimientos, demostrar la transparencia de la información, además de ayudar al sistema judicial a hacer mas efectiva y eficiente la gestión jurídica.
Podemos ver que el avance tecnológico es un indudable factor de progreso en el ámbito jurídico, pero entraría en juego el hecho de que los nuevos avances tecnológicos así como la facilidad de la que disponen los medios de comunicación de difundir información legal y hacerla llegar «de cualquier forma» a los ciudadanos, posibilita una interpretación errónea y podría ocasionar una disminución de la seguridad jurídica.
Aquí, uno de los sujetos más importantes para poder dar fe y con ello demostrar la existencia de seguridad jurídica, es el notario, pues cada vez con más motivo se necesita la existencia de una tercera persona que pueda garantizar la autenticidad de los actos jurídicos telemáticos. Como bien sabemos, el notario es un fedatario público que ha de dar fe así como llevar un exhaustivo control de la legalidad de actos jurídicos que hayan de tener tantavigilancia como protección especial. No obstante, debemos tener en cuenta que el uso de las tecnologías, no cambia nada en cuanto a estructura o composición de la documentación jurídica o negocios, sino sencillamente un cambio en la manera de transmitirse; es decir, una escritura pública lo es sea cual sea en la forma en la que se muestre, ya sea en soporte de papel o en documento electrónico, y igual pasa con un documento privado.
En este sentido la tecnología se utiliza para dotar al sector jurídico de más agilidad, más rapidez y flexibilidad, ya que como hemos dicho antes,dota a nuestro ordenamiento jurídico de numerosas ventajas, pero los documentos siguen desplegando los mismos efectos que le son propios, y con su mismo régimen y naturaleza.
¿Ventajas de los avances tecnológicos en el ámbito jurídico?
Los avances proporcionan agilización en los trámites, hacen posible revisar Doctrina, Jurisprudencia, Legislación necesaria para cualquier tipo de consulta jurídica, también en numerosas ocasiones para poder empapar de información a cualquier ciudadano que simplemente necesite realizar una consulta privada para su interés, y dotarle de información aunque no esté familiarizado con el asunto. También hemos de tener en cuenta que nos permite poder estar informado minuto a minuto de los cambios que se realicen en las leyes así como la consulta de artículos, boletines oficiales, revistas jurídicas etc…
Se trata de un factor actualmente imprescindible ya que se haría muy difícil, casi imposible, la idea de tratar cualquier asunto en un despacho ejerciente de abogacía sin Internet y sin poder acceder a los textos oficiales así como consultar jurisprudencia a la hora de llevar a cabo un caso.