El nuevo abogado comercial
Todo evoluciona y no solo los negocios deben adaptarse a las nuevas tecnologías y a los nuevos usuarios, sino que los profesiones también deben adaptarse a las nuevas tendencias. Las empresas buscan nuevos perfiles de trabajadores. En el mundo legal, los despachos de abogados ya no quieren juristas que sean excepcionales en los aspectos técnicos; buscan trabajadores polivalentes que sepan desenvolverse en diversos ámbitos. Los bufetes buscan a nuevo abogado comercial.
Características del nuevo perfil del abogado
Según un artículo del periódico digital Expansión.com, los bufetes “demandan un perfil profesional que no sólo controle los aspectos técnicos, sino que sea capaz de aportar una cartera de clientes y desenvolverse con soltura en entornos internacionales”.
El nuevo perfil de abogado debe saber desenvolverse con soltura en el mundo de las leyes y ser un tiburón cuando se trata de defender los derechos de sus clientes, pero no solo eso. En el siglo XXI un buen jurista, aquel que tiene en mente escalar posiciones en su puesto de trabajo, debe contar con dotes comerciales. Debe saber vender. Tiene que ser capaz de comercializarse tanto a sí mismo como al despacho para el cual trabaja para poder aumentar su cartera de clientes. Un bufete sin clientela no puede sobrevivir en esta sociedad, por ello los nuevos profesionales deben ser abogados comerciales. Tienen que ser capaces de generar negocio o no triunfarán en su mercado laboral.
Además de las dotes comerciales, los bufetes también buscan que sus abogados hablen idiomas. Es primordial que tengan buen nivel tanto escrito como hablado del inglés. El mundo está cada vez más conectado, las fronteras entre países no existen, por lo que los despachos apuestan por convertirse en defensores de la ley a nivel multinacional, y ahí es donde entra en juego el conocimiento de idiomas. Los juristas deben saber desenvolverse sin ningún problema en los nuevos entornos globales.
3 claves que potencian al abogado comercial
Aquellos juristas que quieran potenciar el nuevo perfil del abogado, pueden seguir los consejos de Mónica Weimann, socia comercial de Gómez-Acebo & Pombo. Para ella las claves para el éxito comercial residen en diversos aspectos.
- Los abogados deben ser profesionales dispuestos a tener una escuchar activa con sus cliente.
Es muy importante que sean receptivos para que así estos se abran a ellos y confíen en su manera de actuar. Los vínculos de confianza y credibilidad son esenciales para que la relación abogado- cliente funcione con éxito. Para que la confianza exista, la honestidad por parte de los abogados es un ‘must have’. Tienen que ser empáticos con sus clientes y ponerse en su situación. Cualquier complicación o riesgo que les pueda surgir durante su caso, el abogado se lo debe notificar. No tiene que jugar con trampas, sino con transparencia. Para ello una comunicación directa al grano y clara evitará cualquier posible malentendido y hará que el cliente se sienta seguro con su abogado - Los clientes necesitan sus productos o servicios en el instante
Por ello es muy importante que el jurista responda rápido a las necesidades de sus clientes y le ofrezca toda la información necesaria, así como los plazos de entrega y los presupuestos orientativos al menos en 24 horas. La eficacia, la calidad y la rapidez le ayudarán a despuntar como un buen comercial. Además, con ello podrá conseguir fidelizar a sus clientes potenciales convirtiéndoles en habituales. - Cada abogado debe diseñar las estrategias comerciales orientadas a aumentar su cartera de clientes
A todo el mundo no le funciona lo mismo, y por ello debe encontrar sus fortalezas para explotarlas. Pero además de ello, para mostrarse al mundo, es conveniente que los abogados participen activamente en conferencias, webinars y ‘networking’ para que sus clientes pueden ver cómo trabajan y resolver dudas que les hayan podido surgir. En ningún momento se le puede olvidar al nuevo jurista que su objetivo es ayudar y conseguir clientes.
Conclusión
El constante aumento de la competencia y la continua caída de los precios debido a la crisis es lo que ha llevado a esta transformación del perfil del abogado. Atrás quedó aquel personaje que veíamos en el cine con sus togas y sus argumentarios jurídicos. Ahora se buscan comerciales polivalentes, no solo expertos en la materia técnica, sino que sean capaces de venderse y de desenvolverse en diferentes lenguas.
El abogado del siglo XXI tiene que llevar su libro de leyes, su cartera de comercial y disposición a vender todo lo que haga falta, y junto a su maletín, debe portar su pasaporte, preparado para comerse el mundo. El perfil del abogado debe evolucionar para hacer frente a todos los estragos que se le presentan. Tiene que plantarle cara a la adversidad y convertirse en ese humanoide capaz de todo.
Foto: Markus Spiske/flickr (cc)