¿Qué es el blockchain y cómo aplicarlo a un despacho de abogados?
Posiblemente si tuviéramos que preguntar qué es el ‘blockchain’, muchos de vosotros no sabrías qué responder. Cierto es que se trata de un término todavía no muy conocido, pero la relación que tiene con la divisa bitcoin es muy relevante. De ahí la importancia sobre el conocimiento del ‘blockchain’.
El ‘blockchain’ o la cadena de bloques es el dispositivo que “permite realizar transacciones financieras entre dos participantes de manera segura, confiable e irreversible, sin necesidad de utilizar un intermediario para establecer una relación de confianza entre las partes y permitiendo así un ahorro de costes”, según informa el periódico Expansión.
Esta tecnología es completamente transparente y no permite que los datos de las operaciones se puedan falsificar o interceptar. Gracias a ello la información de ambas partes estaría protegida en todo momento, y aunque las transacciones sean públicas su contenido permanece anónimo.
¿Qué relación tiene el ‘blockchain’ con el mundo del derecho?
- La cadena de bloques permite realizar no solo transacciones económicas, sino también de cualquier tipo financiero como por ejemplo registrar bonos, transferir propiedades, e intercambiar derechos u obligaciones
- La relación del dinero digital con el sector de la abogacía reside según Emiliano Garayar en dos afirmaciones:
– “El ‘blockchain’ es al intercambio de valor lo que internet ha sido al intercambio de información”
– “Por primera vez podemos meter código en los activos” - El jurista cree que se produciría una revolución en el mundo legal. Con este nuevo dispositivo se pone en juego el código ético que defiende el derecho
- La legalidad que rige al derecho existe para exigir que se cumpla lo pactado entre las partes, pero sí los contratos se redactan de manera autoejecutable, o si evitamos que en el cumplimiento de los pactos intervenga la parte humana, claramente perdemos la ética propia de la justicia legal
¿Cómo afecta al sector de la abogacía?
Al utilizar el ‘blockchain’ esto es exactamente lo que sucede ya que se realizan contratos y transferencias de distintos tipos de manera rápida, digital, y automatizada. Los usuarios permanecen en el anonimato y sus datos, aunque sean transparentes, deben de quedar protegidos por la LOPD (Ley Orgánica de Protección de Datos). En las transacciones llevadas a cabo por la cadena de bloques eliminamos el factor humano. Los encargados de ejecutar los contratos pasarán a ser los registros de la propiedad y las entidades financieras, que se rigen por beneficio del estado. En estas operaciones no existen intermediarios.
En la protección de los derechos de los usuarios es donde entran en juego los abogados. Los juristas tendrán que cambiar el lenguaje que han empleado hasta el momento y empezar a escribir código para así formar parte de las transacciones inalterables que realiza la plataforma encargada de gestionar las operaciones de la divisa digital.
El blockchain como oportunidad de negocio en un despacho de abogados
Cierto es que los abogados tendrán que adaptarse a esta nueva tecnología que les presenta el reto de tener que adaptarse a nuevos conocimientos ajenos a ellos hasta el momento. Deberán velar por el cumplimiento de los pactos y así no perder el factor humano en aquellas transacciones llevadas a cabo por la cadena de bloques. Tendrán que hacer de intermediarios. Pese a todo, esta nueva forma de operar presenta ciertas ventajas respecto a los métodos empleados hasta ahora.
Las transacciones llevadas a cabo son imposibles de manipular o modificar una vez se han insertado los datos
- Todas las acciones quedan validadas y almacenadas en bases de datos
- El sistema verifica si las transacciones son incompatibles, y en caso de serlo, no permite su registro en el servidor
El ‘blockchain’ parece elevar a otro nivel la seguridad y evitar posibles fraudes, pero deja de lado el factor humano, lo que representa un oportunidad para los letrados, quienes deberán trabajar duro para aprender a redactar código en dichas operaciones de modo que garantizen el cumplimiento de los pactos entre las distintas partes de cualquier transacción.